Todas esas personas que ya conocí las desconozco ahora, se han perdido por placer detrás de sus cuerpos, se desvanecen jugando a los fantasmas, me ilustran lo que no entiendo como amistad, se estorban unos a otros chocando mutuamente, están dentro de la magia de ser algo vivo, desconociéndose, dejándose ir por la orilla de la vida común, siguiendo algunos pasos dichosos, no tienen a dónde ir y siguen aquí conmigo, en alguna grieta muy abierta de mi corazón, en algún color desvanecido de mi piel, en algún grito ensordecedor, se pierden para no ser encontrados tan intensos en mi…