måndag 2 Nov 2009, 4:43
Parece que últimamente está de moda que bandas veteranas decidan dar a sus antiguos discos el toque de la producción moderna, para de paso hacer que la gente sea consciente de la existencia de dichos álbumes. Tuvimos First Strike Still Deadly en el 2001, Let There Be Blood el año pasado, y ahora The Root Of All Evil, de Arch Enemy.
Ah, Arch Enemy. He sido fan suyo desde que me inicié en el metal hace un par de años, y siguen siendo una de mis bandas favoritas de melodic death metal. Una banda que ha tenido que soportar el constante debate de "Liiva VS Gossow" durante años, un debate que probablemente seguirá activo hasta el día final, y que se ha intensificado aún más, si cabe, con el lanzamiento de estas regrabaciones. Algunos dicen que fueron hechas por petición de los fans, otros, que fue una simple manera de ganar algo de dinero. A mí los motivos de la banda no me preocupan en exceso; prefiero centrarme más en la música en sí.
Y musicalmente, los primeros discos de Arch Enemy estaban más cerca del death metal tradicional que del thrash. Los solos melódicos de Amott siguen siendo perfectamente reconocibles, pero los riffs eran mucho más brutales y la música en general más intensa. Por supuesto, cabe mencionar a Liiva, su voz gruñona y grave que puede hacerse increíblemente pesada al cabo de sólo unas pocas escuchas, y compararlo con Gossow, cuyo estilo es mucho más accesible. Y a pesar de que oír las viejas canciones con Angela era el sueño húmedo de muchos fans de Arch Enemy como yo, debo decir que me encuentro prefiriendo las originales.
Creo que la razón principal es la producción; es demasiado fina. Andy Sneap tiene la costumbre de hacer que la batería suene muy clara y precisa, y ese es realmente el problema. Es lo mismo que ocurrió con Let There Be Blood: la música era prácticamente calcada, pero el disco original tenía un sonido mucho más tosco y duro que le daba encanto; realmente no hay otra palabra para describirlo. Resulta muy extraño oír blast beats en Beast Of Man con un sonido tan pulido.
Por supuesto, los temas en sí son de primera; es lo mejor de los primeros discos. Canciónes como The Immortal, Bury Me an Angel y Bridge Of Destiny son absolutamente aplastantes y del mejor melodeath que se puede encontrar. Angela hace un buen trabajo en general, pero a veces da la sensación de que intenta adaptar su tono al de Liiva y no obtiene resultados demasiado satisfactorios. El estilo ideal de Angela siempre ha sido cantar con la voz bien aguda y desgarrada, un estilo del que hizo buen uso en Wages of Sin y especialmente en el excelente Rise Of The Tyrant. Aquí, por el contrario, parece usar más su tono grave, recordando más a Doomsday Machine. No puedo evitar pensar que habría salido mejor parada de haber cantado con su tono agudo.
Como ya se ha dicho, instrumentalmente es casi idéntico, pero aún así la guitarra parece tener un tono ligeramente diferente. Es un poco difícil de explicar, pero basta con comparar el riff inicial de The Immortal en ambas versiones para notar la ligera diferencia.
En general, The Root Of All evil es un buen remake. De hecho, hace exactamente lo que se supone que tiene que hacer: oferecer producción más pulida, pero lo que realmente consigue es recordarnos la existencia de los primeros discos, y animarnos a que los escuchemos y apreciemos de nuevo.